A veces las personas que tienen una problemática de salud mental están muy invisibilizadas. Vamos por buen camino y cada vez son más escuchadas

A veces las personas que tienen una problemática de salud mental están muy invisibilizadas. Vamos por buen camino y cada vez son más escuchadas

Por Carla Cruells, responsable de comunicación del CFP.

 

Perfil

Enfermera, postgraduada en Salud Mental Colectiva. Sílvia tiene una amplia experiencia en Centros de Salud Mental y ámbitos basados en la parte social del individuo y en el rol de la enfermera en tareas comunitarias que ayuden a la autonomía de las personas. Paralelamente, junto con un compañero, creó un proyecto radiofónico en Mataró para reivindicar una inclusión real, dar voz a las personas con una problemática de salud mental y luchas contra el estigma hacia este colectivo.

 

LA ENTREVISTA

 

Los talleres de radio de los SRC y la Comisión de salud mental Maresme Barcelona

 

Coordinas los talleres de radio de los SRC del CFP: Pati Interior, de Mataró y Bricura, de Premià. ¿Nos puedes explicar un poco en qué consisten y el rol de los participantes? 

La organización de los dos talleres es similar, la diferencia rae más en los contenidos. Las temáticas de las que hablamos dependen de los deseos y motivaciones de los participantes. Nos reunimos una vez a la semana y cada uno hace una propuesta temática. Algunos deciden siempre  hablar de lo mismo y especializarse en el tema en cuestión y, otros, cada programa tratan una temática distinta. En Premià suelen ser de los primeros y, en Mataró, hablan más de lo que les apetece en cada momento. Las dos semanas siguientes de hacer la propuesta, la trabajan. Además, en cada programa mensual intentamos traer una entidad, asociación o personaje del pueblo porque nos hable de sus proyectos, para crear vínculos y hacer red en la comunidad.

 

¿Cuál es tu tarea como coordinadora? 

En esencia consiste en crear un espacio donde ellos y ellas estén cómodos porqué, a partir de dinámicas, puedan expresarse y preparar la temática elegida y compartirla con el grupo. En ningún momento les digo tenéis que hablar de esto sino que creo como dinámicas porque puedan decir la suya y, si quieren, hacer secciones conjuntas.

También a veces les ayudo a buscar o orientar el contenido del tema que quieren hablar. Por ejemplo, si me comentan que quieren hablar de un tema pero no saben cómo enfocarlo o de dónde sacar el contenido, busco los recursos o ideas de sitios dónde consultar la información.

 

Formáis parte de la Comisión de radios de Salud Mental del Maresme Barcelona. ¿Cómo nació? 

La comisión surgió de una conferencia que se hizo en Barcelona a finales del 2019. Trataba sobre radio y voz en primera persona y se presentaban proyectos de radio similares al nuestro, un de ellos era el de la asociación Arep. Nosotros asistimos como público y algunos de los participantes explicaron qué hacemos en los talleres. A principios del 2020 hicimos una quedada de los distintos proyectos de radio vinculados a algún centro de salud mental, servicio de rehabilitación o club social y comentamos qué cosas nos gustaría hacer conjuntamente.

 

¿Ahora ha quedado un poco parado no, por el tema Covid19? 

Exacto. Desde aquella reunión hubieron cómo muchas ideas. Desde formación a nivel de radio, creación de una plataforma para dar más visibilidad a los programas, creación de eventos o programas conjuntos. Pero claro…de repente nos encontramos con que nos confinan y esto ha quedado un poco parado. Aun así, nos hemos ido reuniendo de manera telemática pero es complicado ver qué hacemos.

Un tema interesante que debatimos es si esta comisión tendría que estar solamente enfocada a colectivos de salud mental o bien abrirlo a colectivos también vinculados a la comunidad como pueden ser colectivos de género o inmigración. Parece ser que irá hacia esta dirección: enfocarlo a colectivos de radios que inciden a la comunidad. 

 

Comunicación y salud mental

 

¿Cómo afrontan personas comunicadoras con  una problemática de salud mental, que hablan por radio recurrentemente, hablar sobre éste tema? 

Hay un poco de todo. A algunos sí que les gusta hablar de salud mental y hacen un enfoque como muy activista, transmiten que hablan de este tema porque quieren luchar contra el estigma y reivindicar. En cambio, otros, no lo quieren mostrar tanto y prefieren hablar de otras temáticas; por ejemplo, uno de ellos habla mucho de música porque por él es importante y, seguramente, le ayuda a afrontar muchas situaciones de su vida y por esto le gusta hablar de este tema.

Creo que es interesante que puedan hablar de salud mental y compartirlo entre ellos y ellas, pero que hablen de otras temáticas como hacen otros locutores me parece muy válido y, a la vez, ayuda a normalizar más su situación. En el caso de Premia, por ejemplo, no hablan mucho de salud mental y en Mataró, en cambio, a las mujeres (por cierto, todas son mujeres) les encanta hablar de este tema desde una vertiente más emocional, no tanto de la parte médica y de diagnóstico.

 

¿Cómo puede ayudar la comunicación en el proceso de recuperación de estas personas? 

Hay muchos beneficios. A nivel general, primero de todo, el protagonismo y la seguridad que les da a la hora de decir lo que piensan por el hecho de estar dentro de un grupo donde preparan una sección, otras personas las escuchan y se crea una conversación. En segundo lugar, que se  visibilizan las personas con una problemática de salud mental creo que vamos por buen camino ya que cada vez son más escuchadas.

También les ayuda mucho a nivel comunitario. Aprovechamos los programas para hacer red con entidades locales. Vienen personas de asociaciones o proyectos a hablar a la radio, ellos preparan las preguntas y conocen una entidad de su pueblo y, si ven que les aporta beneficios, se vinculan con ella.

 

La radio es voz. ¿Crees que este canal es más cómodo para ellas o que sería también viable hacerlo en un formato donde pusiesen cada a su realidad como es la televisión? 

La radio es voz y se los escucha, creo que esto la hace muy potente. Creo que el hecho de que alguien esté escuchando la radio desde su casa hace que diga: «¡Ei, qué cosas más interesantes que dicen!» y se quedan con el mensaje. Yo de tele nunca he hecho nada pero creo que puede ser una vía de comunicación potente para luchar para una inclusión real del colectivo.

Creo que se quieran mostrar o no dependerá de las experiencias personales. Si no han tenido de buenas, quizás no se querrán mostrar y la voz es una manera de decir la suya pero, a la vez, de esconderse del resto.

 

Confinamiento y radio

Durante el confinamiento os tuvisteis que reinventar, en tiempo récord, para seguir con vuestra actividad. ¿Cómo vivisteis este proceso?  

Personalmente tuve que investigar varios programas: que si ahora Skype, que si ahora Jitsi, que si se me borra el programa…Para poder hacer conexiones telemáticas y también aprender a editar los programas de manera autodidacta.

Con los participantes en el taller, el trabajo fue adaptarnos a cada uno. Algunos dominaban perfectamente las nuevas tecnologías y otros nada. Entonces para seguir trabajando buscamos maneras de hacer actividades viables. Con el grupo de Mataró pudimos grabar semanalmente un programa y se pudo emitir. ¡Estuvimos muy contentas! Normalmente grabamos un programa mensual y, durante el confinamiento, hicimos uno a la semana.

 

Y erais los que más contenido dabais de largo para la página CFP des de casa.

Sí, sí, fue guai! Para ellos/as también tener el momento de la semana de decir: «aunque no pueda hacer nada y esté bajo de moral, almenos podemos hacer radio» y continuar con nuestros objetivos. va ser guai!

Para aquellos que no tenían tanta facilidad para conectarse telemáticamente decidimos que generasen contenidos y, en lugar de programas, hacían recomendaciones cinéfilas, reflexiones…y las publicábamos en la página CFP desde casa.  A pesar de la situación, pudimos continuar. 

 

Trabajo comunitario e inclusión

Después de hacer el posgrado de Salud Mental Colectiva hiciste un voluntariado en Italia para descubrir el modelo de salud mental de allí, donde las enfermeras realizan tareas más comunitarias. ¿Cómo explicarías la diferencia entre este modelo y el de nuestro territorio? 

Una de las cosas que hacíamos en el posgrado era cuestionarnos en modelo existente aquí y nos explicaban otros modelos. Uno de ellos era el de Trieste. Por mi lado también investigué mucho sobre el cuestionamiento del sistema psiquiátrico que tenemos aquí, que se basa sobretodo en la parte más clínica. Es decir, se centra en el diagnóstico y no da lo mismo por la parte social, el contexto económico, etc. que rodean a la persona, además de la vertiente biológica.

 

¿Qué descubriste en Trieste? 

Trieste para mí fue todo un referente en lo que se refiere al trabajo comunitario en salud mental. Este modelo lo desarrolló un psiquiatra que se llama Franco Basaslia y su equipo, hicieron una reforma psiquiátrica basada en dejar atrás los hospitales psiquiátricos y hacer que la referencia por las personas usuarias fueran los centros comunitarios de salud mental. 

Lo primero que vi es un trabajo de poner la persona en el centro, más humanitario y no tan un trabajo sanitario o clínico. A veces pongo el ejemplo de que, cuando fue a lo que sería el equivalente a un CSMA,  las enfermeras o psiquiatras no llevaban bata blanca. Para mí fue ¡Uau! Se ponen a un nivel más de tu a tu, no el poder del médico de bata blanca. Esto fue de las primeras impresiones que me llevé. Aquí tenemos recursos comunitarios, como los SRC pero la principal diferencia respecto la estructura de aquí que vi es esta.

La idea es que allí el trabajo comunitario es mucho más multidisciplinar que aquí, donde el enfoque es más clínico y no se da tanta importancia al trabajo comunitario. Por ejemplo, yo aquí  como enfermera he tenido mucha suerte en el CFP porque encontrar trabajo en trabajo comunitario siendo enfermera es complicado.

Allí, además, los centros comunitarios están repartidos por toda la ciudad y están concebidos como casas. Aquí los CSMA son como ambulatorios y allí, en cambio, como hogares, abiertos 4 horas y muy flexibles en cuanto a maneras de intervenir, donde además, cuando lo necesiten, las personas usuarias podrán pasar su ingreso.

 

Entonces, ¿Lo que aquí entendemos como hospital, CAP y SRC, está unificado, verdad?

Exacto, es esto. Conviven personas que van a hacer actividades puntuales con otras que están ingresadas. También existe la opción de hacer atención domiciliaria. Es decir, si una persona no quiere ingresar, los profesionales pueden ir a tratarla en su casa y la relación entre paciente y profesional es más horizontal.

En estos centros también van personas que están estables y recuperadas a hacer “Ayuda entre iguales»”. Es lo que en los SRC del CFP serían los Pacientes con Experiencia.Organizan actividades y charlas para ayudar a las personas que en ese momento están siendo atendidas. Me parece muy interesante porque yo puedo ayudar a quién tiene un trastorno mental pero las personas que lo han sufrido y se han recuperado empatizarán y entenderán mucho mejor las personas con un problema de salud mental. Además, hay cooperativas sociales, como aquí podría ser la parte Prelaboral donde pueden ir, trabajar y participar.

 

¿Cómo se consigue la inclusión total de personas con una problemática de salud mental en la comunidad? 

Creo que estamos lejos de conseguir la inclusión real, ojalá existiese como una fórmula perfecta para conseguirlo pero queda mucho trabajo por hacer. Una de las primeras cosas que se tendría que hacer para conseguir una inclusión real es cambiar la mentalidad de la sociedad entorno de la salud mental. Hoy en día todavía estamos poniendo la importancia en los diagnósticos y en los síntomas que acompañan a las enfermedades y quizás nos tendríamos que cuestionar un poco esto y dar más peso a la experiencia subjetiva de las personas que se ven atravesadas por este sufrimiento. En lugar de preguntar qué síntomas tienes, que el profesional pregunte más qué te preocupa. Mucha gente que puede tener una enfermedad quizás le viene  por un trauma de pequeño o porque ha perdido el trabajo o de mil cosas que no vienen de un diagnóstico en salud mental. Cada uno tiene su historia de vida.