«En aquel momento piensas a corto plazo, pero mira, ahora tengo un trabajo estable»

«En aquel momento piensas a corto plazo, pero mira, ahora tengo un trabajo estable»

Perfil: Alejandro tiene 34 años, no tiene estudios y tiene una experiencia laboral larga pero no demostrable. Se ha dedicado a trabajar a mercados, vigilante de acceso, entre otras ocupaciones. Hace 3 años que lo acompañamos desde el programa MAIS. Una época especialmente complicada para la inserción laboral debido a la situación sanitaria. Ahora ha conseguido su primer contrato estable en el CFP por el CET La Klosca.

 

Nos encontramos con Alejandro y Alba, su referente en el CFP, profesional del servicio de Formación e Intermediación Laboral que lo ha acompañado en todo el proceso.

 

Convivir con la realidad de estar en riesgo de exclusión

Cuando hablamos de personas en riesgo de exclusión poco nos imaginamos a alguien joven, con habilidades y capacidades. ¿Cómo lo vives?

Alejandro: Se ve extraño que sea gente joven pero, todo tiene un por qué, ¿No? En mi caso salí muy pronto de los estudios y decidí ayudar al mercado, que es lo que llevaban desde casa. Como todos sabemos, donde vayas, te piden estudios. Yo no tengo estudios, he hecho mercados toda la vida y, el riesgo de exclusión entra una vez dejé de hacerlos.

No solo es gente mayor que se ha quedado sin trabajo y han entrado en riesgo de exclusión, también hay gente joven. Si no estudias, no tienes el graduado. Si no tienes el graduado, no hay trabajo. Si no hay trabajo, no hay dinero. Es así.

Claro…la causa es esta porque tu trabajar, has trabajado…

Alejandro: Sí, yo he trabajado toda mi vida en el mercado, desde pequeño me iba al mercado de mi padre. Es una venta divertida, una cosa que engancha, lo vives y te acabas haciendo a ello.

Cuando terminaron los mercados, ¿Cómo lo viviste?

Alejandro: Muy mal. Ves que el trabajo del mercado va bajando y sientes la voz del padre que te dice: «Lo ves!», Porque mi padre, tanto para mi como para mis hermanos, se ha matado para que estudiásemos. Y nos decía: «Esto se acabará, esto se acabará!». pero tu no lo quieres ver porque ves que trabajas.

Y cuando se acabó, muy mal. Ya no encuentras nada con lo que te sientas a gusto. Porque tienes unos requisitos ¿No? Vienes de una parada propia, de tus padres, y tu haces y deshaces como quieres. Eres tu el que decides tus movimientos. Saber que alguien te dirá haz esto, haz lo otro…cuesta. Es la figura de alguien superior a tu que te está diciendo lo que tienes que hacer.

Entiendo que el mercado empezó a ir mal y después miraste de encontrar trabajo, después de formarte ¿No?

Alejandro: Bueno primero trabajaba en todo lo que me salía. Después me saqué el carnet de controlador y después entré al MAIS.

Alba:  Y aquí, cuando empezaste en el programa, que estudiases la ESO era uno de los objetivos. Pero apareció la pandemia y se paralizaron muchas cosas. Podemos decir que el tiempo no ha ido a favor en su contexto.

Alejandro: ¡Sí! Y después también hice prácticas. Hemos estado parados pero hemos estado también en contacto telemáticamente. Hemos estado en pandemia, pero hemos estado.

Después cuando bajó la pandemia entré a hacer de «Pica puertas». Era un proyecto guapo pero a las dos semanas hubo un rebrote. Fuimos a un bloque y me dijeron en un piso que no me podían abrir porque estaban con covid y, al piso de abajo, otra vez. Llamé para explicar el caso y me dijeron que lo haríamos por teléfono. Era un proyecto muy guapo pero nos cortaron el rollo porque no podías entrar en las casas.

¿Qué dificultades te ha supuesto en tu (o vuestro) día a día?

Alejandro: Se notó mucho económicamente y después también tenía muy malestar porque yo tengo dos niños y una niña. Piensas: «Lo ves, no he querido estudiar y ves…». La última época de los mercados también fue muy estresante. Mi padre siempre nos había enseñado a tener mucho género. Y ver que estás invirtiendo y no lo vendes…La recuperación de esta pérdida no es rápida y entonces los ahorros van bajando hasta que al final dices “No puedo aguantarlo más». Casi todos los que hemos venido del mercado y estamos en el paro hemos pasado por una transición muy fuerte porque en su momento se ganaba mucho.

Yo, por ejemplo, no he estado nunca dado de alta en la Seguridad Social porque las paradas son de los ‘viejos’ porque si nos ceden la parada y ellos pliegan no funciona. Quien les mantiene siempre son los grandes porque piensan que, si los jóvenes estudian y pueden ir a trabajar a algún sitio, ya harán su vida.

Alba: A nivel familiar también te has encontrado con otras dificultades ¿Verdad? Y había una necesidad. Tienes familia…Detrás hay infantes que dependen de ti.

Alejandro: Sí, yo no tenía vivienda. Yo antes del mercado había alquilado dos o tres pisos, en aquel momento iba a ver los pisos y les explicaba que no tenía nómina y me decían que no pasaba nada y me los alquilaban. Después me pedían un año por avanzado y yo no podía pagarlo. Era gente que ya me los había alquilado y sabía que nunca había quedado a deber nada. Esto llevó al final a ocupar una vivienda, que me sirvió de puente porque me derivasen al piso que estoy ahora de alquiler social. Esto también es una cosa que te ahoga.

Yo vivía con la luz colgando, un somier y las camas y, en el armario, hice como una cajonera. No monté ni cortinas ni nada. Que hacía sol, pues bajaba la persiana, quiero decir…Yo lo que quiero es poder pagar, yo no quería vivir de gratis. Pero la gente decía ‘Es que es un vividor’.

¿Te has sentido muy juzgado por ocupar?

Alejandro: ¡Mucho! No lo entiendo pero yo no hacía daño a nadie. No les cogía la luz ni el agua, era un vecino. Incluso trajeron una persona para que cortase el agua del piso. Entonces cada noche cogía un carro e iba a buscar agua. Querían que nos fuésemos pero el piso no era suyo, yo no hubiese entrado nunca a un piso particular y este no lo era. Era un vecino más y punto. En el mismo bloque había universitarios y hacían fiestas y aquí no pasaba nada.

¿Crees que los recursos públicos que hay actualmente dan respuesta a situaciones como la tuya?

Alejandro: No.. porque con la prestación se piensan que vivirás tranquilo. Cinco personas y vivirás tranquilo? Se podrían hacer mejor muchas cosas. Pienso que podríamos mirar de forzar más incluso con los bancos. Ellos tienen pisos y podrían mirar de negociar con los pisos.

Alba: La renta garantida que se puede dar a una familia numerosa es bastante escasa.

Alejandro: Vives mucho al día porque yo hago el trabajo que tenga que hacer, lo que sea, me da igual. Si fuese para mi me da igual comer o no comer pero los niños…Por mis hijos seguiré y no pasa nada y no estoy haciendo nada que sea extraño. Ahora la situación es así.

 

El acompañamiento desde Intermediación Laboral

Hace 3 años que estás en el programa MAIS, que busca mejorar la ocupabilidad de las personas que reciben la prestación de renta garantida de la ciudadanía. ¿Cómo explicarías, brevemente, la experiencia?

Alejandro: ¡Muy bien! Pasa que te derivan aquí y no entras con ganas. Te dicen que tienes que hacer esto, aquello…Y claro te ves aquí dentro encerrado y piensas…¡buf! Pero claro, después ya piensas en lo que estás haciendo y en lo que siempre te has estado quejando y dices si estás aquí…¿Por qué no lo aprovechas? Y entonces estuvimos mirando cosas, hiendo a reuniones y a distintas pruebas. Incluso estuve unas semanas haciendo formación en Argentona que me enseñaban a hacer de conserje a equipamientos municipales. También estuve haciendo inventario. He hecho muchas cosas con Alba. Mucho gracias a ella. A veces la he llamado por cosas que no le tocaba hacer y suerte de ella que me ha ayudado.

Alba: Hay una parte de acompañamiento que es necesaria.

Alejandro: También a veces decía «Aix…hoy tengo que ir al CFP» y yo había pensado de ir a hacer alguna otra cosa aquel día (a la obra o lo que sea) y claro…en aquel momento piensas a corto plazo, pero mira, ahora mismo tengo un trabajo estable.

¿Crees que existen prejuicios hacia la etnia gitana a la hora de contratar?

Alejandro: No…(ríe). ¡Claro! Sí. Sientes comentarios de todo. Es una cosa que tenemos que luchas e intentar cambiar. Estoy muy quemado porque hace daño y ya llevamos mucho tiempo.

Yo tengo muchos amigos de sitios distintos, en el mercado mismo mezclas mucho. Los gitanos no tenemos país, somos nómadas. Quiero decir que yo soy gitano catalán, y hay gitanos italianos…Entonces no me hagas distinguir. Tenemos unos prejuicios que cansan. Por ejemplo, trabajé con un chico y me dijo: «Vigila sobre todo con los gitanos”. Y yo sabes qué hice? Estuvimos trabajando como si no hubiese hecho este comentario y al cabo de quince días dije: “Bueno, ¡Encantado! Hiciste un comentario que me hizo mucho daño y te lo digo ahora porque no quería que estos quince días no nos pudiésemos conocer.  Tu eres una gran persona pero yo también soy una gran persona y soy gitano”.

Tienes que mirar de dar un poco la vuelta para demostrar que no es lo que piensan. Le dije: «No lo digas más esto. Porque no tienes que juzgar a las personas. ¡A nadie!».

¿Qué has aprendido durante tu estancia en el departamento de Formación e Intermediación Laboral profesional y personalmente?

Alejandro: Todo es formarte, estudiar…Y, si te lo propones, lo tendrás. Aquí entré con una mala filosofía, la he corregido al máximo y he tenido un beneficio. Es aprovechar las situaciones y venir a hacerlo. Si tu no quieres estar aquí como más rápido estudies, antes te irás. Aprovecha, estudia o ves a una entrevista. Pero aprovéchalo. Si quieres hacerlo de verdad, ven y busca tu opción. Si lo que quieres es salir: aprieta y vete igual.

 

Inserción laboral en La Klosca

Recientemente has empezado a trabajar en el CET La Klosca. ¿Cuál es tu trabajo?

Alejandro: La Klosca me encanta. Mis compañeros se ríen de mí (ríe), cuando entramos donde están las gallinas me dicen: «“Va, tira para allá”. Todavía me da un poquito de cosa porque, cuando entras, vienen hacia ti rápido. Mis compañeros van como si nada. Hago recogida de huevos, limpio las comederas, doy comida a las gallinas y después hacemos el reparto. También marcamos los huevos, los envasamos, ponemos la fecha…

Tus compañeros, en su mayoría, conviven con una problemática de salud mental. ¿Qué dirías a alguien que tiene estigma hacia este colectivo de tu experiencia?

Alejandro: Lo mismo que nos pasa a los gitanos. Todo en la vida es conocer a la personas no lo que se diga. En la vida los problemas vienen solos. Tienes que tener una actitud positiva y decir: vamos para delante y si hoy no tengo, lo que sea, mañana tendré. Se tiene que tirar adelante y no tantos prejuicios a todo. Pienso que es una pérdida de tiempo juzgar antes de conocer.

¿Queréis añadir alguna cosa más?

Alba: Yo quiero añadir que estamos muy contentos con la evolución de Alejandro. No es una cosa fuera de lo común que entren aquí con la sensación de obligatoriedad. Hay una economía de supervivencia a la que ellos renuncian cuando vienen aquí. Es comprensible que entren con esta desconfianza. Alejandro ha quedado finalista en distintos procesos de selección de empresas que han venido al CFP a hacer entrevistas.