«Trabajamos con personas mayores de edad, las situamos en el centro de nuestras acciones y respetamos en todo momento sus decisiones»

«Trabajamos con personas mayores de edad, las situamos en el centro de nuestras acciones y respetamos en todo momento sus decisiones»

Por Carla Cruells, responsable de Comunicación del CFP

 

Perfil: Sergi forma parte del equipo de Hogares Asistidos desde hace 5 años. Son hogares donde viven tres o cuatro personas mayores de edad que conviven con una problemática de salud mental. Pueden vivir solas pero necesitan de un soporte externo para ser autónomas. Sergi es uno de los profesionales que realizan esta tarea, en los tres Hogares Asistidos de la entidad.

 

La realidad de los Hogares Asistidos

¿Nos podrías explicar brevemente en qué consiste la atención que realizas?

Nuestro soporte se basa en un trabajo muy individualizado de cada usuario. Primeramente intentamos detectar las carencias de cada uno para poder ofrecer un acompañamiento realmente efectivo con la intención de apoderarlos y que cada vez sean más autónomos.
Realizamos un acompañamiento en distintos ámbitos. En el de las actividades de la vida diaria trabajamos los conceptos más básicos del día a día como ir a comprar, cocinar, limpiar, cuidar su higiene, llevar a cabo una buena pauta de sueño…

En el ámbito de la salud encajaríamos las actuaciones que realizamos para promover un estilo de vida saludable y el cuidado de uno mismo. Para poner algunos ejemplos, hacemos un seguimiento y, en algunos casos, acompañamiento de las visitas al médico y preparamos o ayudamos a preparar el blíster de medicación semanal para fomentar un buen seguimiento del tratamiento farmacológico.

Y, en el ámbito comunitario, intentamos hacerlos partícipes del día a día de nuestra ciudad. Fomentamos la utilización de espacios culturales, como pueden ser bibliotecas, y también que asistan a los distintos recursos de la red de salud mental como el Servicio de Rehabilitación Comunitaria, el Club social o el servicio Prelaboral.

Hacéis un trabajo individualizado con cada persona, adaptado a su nivel de autonomía. ¿Nos podrías comentar en qué ayudáis a las personas que tienen una vida más independiente y a las que menos?

A las personas que son menos autónomas las acompañamos en las actividades básicas del día a día: las ayudamos a levantarse por la mañana, a limpiar, a cocinar, las acompañamos a comprar, a las visitas al médico…También promovemos su integración en la comunidad, ya sea asistiendo a los recursos de la red de salud mental o utilizando espacios culturales comunitarios, como ir a la biblioteca, al teatro y a actos culturales y de ocio que tienen lugar en nuestra ciudad.
Con los usuarios que tienen un mayor grado de autonomía no realizamos un soporte con las actividades básicas de la vida diaria, pero durante las visitas y reuniones que realizamos en el piso nos fijamos en que continúan manteniendo los hábitos ya asumidos. También les hacemos recordar las visitas de seguimiento que realizan en el Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA).  Tratamos, gestionamos y resolvemos los pequeños conflictos que genera la convivencia. Y, sobre todo, promovemos la integración en su entorno.

¿Qué relación personal se establece entre los profesionales y las personas que acompañáis?

Debido a la regularidad de las visitas que realizamos en las viviendas,  casi siempre se acaba generando un vínculo de confianza mutuo, en el cual a veces nos es difícil poder separar el rol laboral del rol personal, sobre todo con las personas que conviven en los hogares y no tienen o no pueden contar con el soporte. En estos casos, sobre todo tenemos que vigilar de no crear una relación de dependencia que estaría en contra de la finalidad de nuestra acción educativa.

 

Las personas que conviven en recursos de vivienda

¿Cómo se accede a un recursos como los Hogares Asistidos?

Los Hogares Asistidos dependen del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya, y son los trabajadores/as sociales de los centros de salud mental de adultos, los encargados de proponer los usuarios que consideran adecuados para este recurso.
Para acceder a ellos las personas tienen que cumplir unos requisitos, primeramente tener una voluntad de estar aquí, es decir, todos los residentes de nuestros hogares entran al recurso de manera voluntaria y pueden darse de baja cuando lo consideren. Tener un grado de discapacidad igual o superior al 33% de enfermedad mental. Tener valorado el grado de dependencia, ser mayor de edad y poder realizar las actividades básicas de la vida diaria con un soporte externo.

¿Las personas que atendéis están mucho tiempo en el hogar o es una estancia transitoria?

Como norma general, podríamos decir que tenemos dos perfiles distintos, hay unos usuarios que en unos meses ven que el recurso no está hecho para ellos y solicitan la baja voluntaria, debido a que no quieren asumir una responsabilidad a la hora de realizar sus tareas y tampoco quieren establecer y seguir unas normas de convivencia. Otros, en cambio están muchos años con nosotros, actualmente tenemos un usuario que, si no recuerdo mal lleva 18 años en los Hogares asistidos.
No podemos olvidar que los Hogares Asistidos son un recurso transitorio, se podría considerar como un término medio entre vivir en una residencia donde los horarios y el día a día están muy marcados o vivir por cuenta propia. Aunque nuestro objetivo es acompañar a los usuarios para incentivar su autonomía y poder llegar a vivir de manera totalmente autónoma en su propio domicilio, nos encontramos con la realidad de que hay personas que no pueden vivir de manera autónoma y, otras que, aun poderlo hacer no se lo pueden permitir económicamente. 

¿Cuál es el día a día de las personas que acompañáis?

El día a día de las personas que acompañamos en nuestros hogares es muy diverso, actualmente la mayoría de nuestros usuarios asisten al Servicio de Rehabilitación Comunitaria, a Alterarte, el programa artístico del CFP o al club social. Son recursos de la red de salud mental desde donde también trabajan para fomentar su autonomía y la inclusión social. También hay dos personas que asisten al Prelaboral desde el cual están adquiriendo las habilidades previas para ir a trabajar y dos personas más que están laboralmente activas. Otras asisten a actividades comunitarias como el centro cívico, la biblioteca, actividades deportivas o hacen voluntariado.

¿Qué papel juegan las familias?

Tenemos que tener presente que trabajamos con personas mayores de edad, las situamos en el centro de nuestras acciones y respetamos en todo momento sus decisiones. De esta manera, nos podemos encontrar el caso de personas que, por distintos motivos, han decidido romper con su núcleo familiar y no mantienen ningún tipo de contacto, otras que nos llegaron al recurso porque la convivencia familiar no era posible y desde que conviven a los Hogares con Soporte, la relación familiar ha mejorado considerablemente. Y, hay otros casos que mantienen muy buena relación con sus familiares y estos están totalmente involucrados en el día a día de sus hijos pero han decidido dar el paso de vivir autónomamente con el soporte del recurso.

 

Atender a personas con una problemática de salud mental en contexto de pandemia

La salud mental está muy en boga y tu has sido testimonio de cómo han vivido la realidad sanitaria personas que ya convivían con una problemática. ¿Cómo vivisteis el período de aislamiento domiciliario?

A todo el mundo le afectó el confinamiento domiciliario, tanto al equipo profesional como a las personas que acompañamos porque paró nuestras vidas de alguna manera. Sobre cómo condicionó a las personas que viven en los Hogares asistidos, fue de dos maneras muy distintas. A  los que son más activos haciendo actividades en el día a día les afectó más. En cambio, a las personas que les cuesta más seguir en el día a día, que quedarse en casa fuera cumplir con las obligaciones les hizo sentirse muy bien. Se sentían parte de alguna cosa importante colectivamente y se sentían parte de ello.

¿Cuál es la situación durante la sexta ola?

Pues realmente hemos tenido mucha suerte, hasta la llegada de esta sexta ola todavía no habíamos tenido ningún caso positivo de la Covid-19. Pero, justo antes de Navidad tuvimos que confinar todo un piso. Primeramente detectamos una persona positiva y, al cabo de unos días, ya eran positivos los otros tres usuarios. Después de las fiestas de Navidad también ha habido una persona contagiada de la Covid-19 en otro hogar.
Actualmente, tenemos otro usuario aislado pero, por el momento, sus compañeros continúan no teniendo la Covid-19. Esperamos que siga así.